¿Por qué tenemos las transaminasas altas?

Transaminasas altas

Las transaminasas, también conocidas como aminotransferasas son un grupo de enzimas que realizan la transferencia de aminoácidos. En ocasiones,  se pueden presentar alteraciones de su valor, generando transaminasas altas.  Generalmente, esta condición se asocia a problemas hepáticos

El papel de estas enzimas es mantener en equilibrio las concentraciones de productos y reactivos en el hígado. 

¿Qué son las transaminasas?

Corresponden a un grupo de enzimas hepáticas que se encargan de regular las reacciones hepáticas.  Para ejercer su función requieren de la piridoxal fosfato, una coenzima derivada de la vitamina B6.

El objetivo principal en el organismo es catalizar y degradar los aminoácidos no esenciales para el organismo. Además, las principales enzimas son de tipo hepáticas,  como es el caso de:

  • Alanina ALT: también se conoce como glutamato-piruvato (GPT), principalmente se localiza en el citosol del hepatocito, razón por la que se llama unilocular.
  • Aspartato AST: es conocida como glutamato oxalecetato o GOT, se localiza entre la mitocondria y el citosol. Por tal razón, se llama bilocular. Se encuentra en el hígado, riñones, músculos, cerebro, páncreas y pulmón.

Valores normales de transaminasa

ALT:

  • Mujeres: de 7 a 35 UI/L
  • Hombres: 10 1 40 UI/L

AST:

  • Mujeres: 6 a 34 UI/L
  • Hombres: 8 a 40 UI/L

Transaminasas altas

Las transaminasas altas pueden representar un daño hepático.  A este tipo de afección también se le conoce como transaminasemia o transaminitis. El rango para que sean consideradas normales son de 6 a 40 U/L. En ese sentido, para que pueda diagnosticarse una transaminasemia leve, los valores deben ubicarse por encima de los 250 U/L. 

Cuando existe una recurrencia de los valores alterados, por menos de seis meses son consideradas de naturaleza aguda. Por el contrario, cuando las transaminasas altas perduran por un periodo superior, se consideran de naturaleza crónica.

La causa principal de esta alteración se debe a una dieta rica en grasas, abuso de alcohol, problemas musculares. También, ejercicios o esfuerzos de alto impacto. De igual forma, varían de acuerdo al sexo, la masa corporal, edad,

Hipertransaminasemia aguda

Ocurre cuando los valores se ubican diez veces por encima de su rango normal. Generalmente, permanece este valor por un periodo corto, de 3 a 6 meses. Se considera altas cuando el valor de ALT es superior a 1000 Ul/l. La causa se asocia con una hepatitis aguda de tipo viral, hepatitis por fármacos o hepatitis isquémica. Siendo el caso más frecuente una causa viral.

Hipertransaminasemia prolongada

Corresponde al valor de las transaminasas con duración superior a seis meses. Generalmente es asintomática, siendo su detección más común en análisis rutinarios y donaciones sanguíneas y preoperatorios. Un porcentaje de 1-4% de la población puede presentarlas sin presentar síntomas.

Las causas de esta afección se pueden originar por abuso de medicamentos, hepatitis crónica B, hepatitis autoinmune, hemocromatosis, Enfermedad de Wilson, esteatohepatitis no alcohólica. Otro origen muy frecuente es el abuso de sustancias alcohólicas, enfermedades hereditarias musculares, patologías musculares adquiridas, ejercicio de alto impacto, patologías de tipo suprarrenal y enfermedad inflamatoria intestinal crónica.

Enfermedades relacionadas con las transaminasas altas

La aparición de niveles elevados no representa una enfermedad como tal. Se trata de un anuncio sobre un problema de salud. Generalmente este incremento de enzimas se debe a una mala alimentación, malos hábitos o exposición a algunos medicamentos. Para su detección será necesario realizar una serie de pruebas.  Las afecciones relacionadas son:

  • Hígado graso.
  • Mononucleosis infecciosa.
  • Alcoholismo.
  • Citomegalovirus.
  • Hemocromatosis.
  • Litiasis biliar.
  • Enfermedad de Wilson.
  • Infarto de miocardio.
  • Lesiones musculares.
  • Anemia hemolítica.
  • Enfermedades del páncreas.

¿Cómo normalizar las transaminasas?

Cumplir con hábitos alimenticios equilibrados, controlando las grasas saturadas y alimentos procesados.

  • Evitar el exceso de azúcar y sal.
  • Limitar el consumo de comidas fritas. Optar por cocinar al vapor o a la plancha.
  • Mantener el cuerpo hidratado y consumir abundante agua.
  • Evitar las bebidas alcohólicas.
  • Consumir frutas y verduras.
  • Evitar los ejercicios de alto impacto, eligiendo niveles moderados, como caminar o trotar.
  • Controlar el sobrepeso.

Deja una respuesta