Los neutrófilos son un tipo de glóbulos blancos, combatientes claves contra infecciones causadas por microorganismos. Los niveles de neutrófilos bajos se conoce como neutropenia, se caracteriza por una reducción ubicada por debajo de los 1000-1500 cel/mm³. Se trata de una condición que afecta directamente al sistema inmunitario del cuerpo humano, siendo un riesgo para la salud. El recuento absoluto de neutrófilos se obtiene mediante un hemograma completo y arroja su número en cierta cantidad de sangre.
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Síntomas
La disminución de neutrófilos causa ciertos síntomas en el cuerpo humano. Una forma de sospechar la presencia de neutropenia es a través de la constante apreciación de nuestro organismo. Si con frecuencia se padecen afecciones como gripe, decaimientos o úlceras bucales, puede tratarse de un caso de neutrófilos bajos. Sin embargo, lo más recomendable siempre será acudir al médico y realizarse los análisis pertinentes.
Las manifestaciones más frecuentes al presentar una baja de neutrófilos es:
- Fiebre.
- Diarrea.
- Úlceras en la boca.
- Úlceras alrededor del ano.
- Dolor de garganta.
- Tos.
- Secreción o comezón vaginal.
- Dolor abdominal.
- Dolor rectal.
- Escalofríos o sudoración.
- Dolor o ardor al orinar.
- Debilidad Corporal.
- Gripe.
- Dificultad para respirar.
La más mínima infección puede convertirse en un caso de gravedad para pacientes de neutropenia.
En ocasiones, el único síntoma de presencia de infección en pacientes de neutropenia avanzada es la fiebre. Sucede porque, aunque se encuentren los niveles bajos, aún están trabajando los monocitos (otro tipo de glóbulos blancos).
Síntomas en pacientes de cáncer
Los pacientes de cáncer a los que se les practica quimioterapia suelen estar más sensibles a contraer infecciones. Transcurrida una semana después de la primera sesión, los glóbulos blancos llegan a su punto más bajo. A partir de allí, la médula ósea comienza a producir nuevos glóbulos blancos. Debe mantenerse un especial cuidado, ya que es posible que en este período el paciente contraiga alguna infección. De acuerdo a las indicaciones médicas, podría tomar algún antibiótico para contrarrestar el daño.
Luego de la tercera o cuarta semana la médula debería haber producido un número normal de glóbulos. Se procede entonces a realizar un hemograma para verificar el número de neutrófilos del paciente. A partir de allí, se diagnostica si presenta las condiciones necesarias suficientes para someterse a una segunda sesión. En caso contrario, podría estar presentando neutropenia. De allí que este recuento de glóbulos puede surgir como efecto secundario de la quimioterapia y radioterapia.
Si el paciente presenta neutropenia con fiebre, es muy probable que el especialista recomiende los conocidos “factores de crecimiento”. Esto se realiza con el fin de atacar los bajos niveles en menor tiempo.
Causas
Tratar de comprender las razones que originan la baja de neutrófilos en el organismo direccionará automáticamente hacia la definición de neutropenia. Es la disminución excesiva en el número de neutrófilos, origina riesgos de contraer enfermedades, por la baja inmunidad a estas. Puede generarse por diversas razones.
Entre las causas de neutropenia, se encuentran:
- Tratamientos para el cáncer: algunos tipos de quimioterapia y radioterapia pueden llegar a ser muy riesgosos para los pacientes que lo padecen. Durante el tratamiento su sistema se ve gravemente desprotegido. Es por ello que los médicos estudian si el paciente tiene los niveles bajos de neutrófilos antes de repetir la sesión. La neutropenia surge como efecto secundario a estas sesiones.
- Trasplante o trastorno de médula ósea o células madre.
- Tipos de cáncer que afecten la médula ósea, como la leucemia y el mieloma múltiple.
- Cáncer diseminado.
- Esteroides.
- Algunos tipos de medicamentos.
- Enfermedades de autoinmunidad.
Entre los pacientes con mayor riesgo a esta patología se encuentran:
- Adultos mayores a 70 años.
- Pacientes de trastornos de inmunodeficiencia como VIH.
- Personas de organismo debilitado por trasplante de órganos.
Riesgos que genera la neutropenia sobre la salud
- Mayores posibilidades de contraer infecciones.
- Desaparición de síntomas que indican la presencia de infecciones, dejando el organismo totalmente desprotegido ante ellas. Al desconocer su existencia, no se llevará el tratamiento adecuado para su combate
Tratamiento para la neutropenia
El tratamiento para combatir la neutropenia dependerá de los resultados que arroje el hemograma completo. Este es un análisis que permite determinar la composición de glóbulos blancos y rojos en la sangre. De esta manera, conociendo el diagnóstico de defensas del organismo resulta más fácil establecer un tratamiento adecuado para el aumento de neutrófilos. Entre ellos se encuentran:
- Factores mieloides de crecimiento: también conocidos como factores de crecimiento o factores estimulantes de colonias (FEC). Básicamente están constituidos por proteínas que estimulan la producción de glóbulos blancos en la médula ósea para aumentar las defensas del organismo. Entre estos medicamentos se encuentran: filgrastim (Neupogen), tbo-filgrastim (Granix) y pegfilgrastim (Neulasta).
- Emplear antibióticos que refuercen la acción de los glóbulos blancos puede ser de gran ayuda cuando están los niveles bajos de neutrófilos.
- El descanso también puede ayudar a generar defensas al dejar períodos libres entre cada sesión de quimio y radioterapia. Se debe permitir que el cuerpo repose cierta cantidad de tiempo, luego de cada sesión.
Otras formas de tratamiento
Sin duda, los fármacos son de gran ayuda para contrarrestar ciertas patologías. Sin embargo, pueden ocasionar efectos secundarios. Por otro lado, los cuidados naturales juegan un rol importante en cualquier aspecto de la salud. Factores como la buena alimentación, hidratación y descanso ayudan, tanto a prevenir como a combatir enfermedades. La neutropenia no escapa de esta realidad, es por ello que se recomiendan las siguientes medidas para atacar los el descenso de este tipo de glóbulos blancos.
- Mantener una alimentación variada y balanceada. Alimentos como pescado, ácidos grasos, omega 3 y 6, vitaminas B, C y proteínas son preponderantes para tal fin.
- Hidratación adecuada. Tomar más de dos litros de agua al día, contribuye de manera muy efectiva a todos los procesos del cuerpo.
- Los ejercicios diarios también benefician en gran manera el estado físico.
- Cambiar hábitos cotidianos como fumar o ingerir bebidas alcohólicas.
- A manera de cuidado personal, cuando se es un paciente de neutropenia es recomendable mantener una estricta higiene. El constante lavado de manos, correcto aseo de la zona pélvica y evitar cortaduras, representa una gran prevención de infecciones.