Los blastos se refiere a una gran producción de glóbulos blancos de manera descontrolada, los cuales, no funcionan como habitualmente lo hacen. Del mismo modo, son capaces de desplazarse hacia las células sanas, adaptándose mejor al torrente sanguíneo.
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Información importante sobre los mieloblastos o blastos
Los blastos hacen referencia a la aparición poco común de glóbulos blancos en el torrente sanguíneo. Asimismo, también conocen como mieloblastos. Se trata de unas formas de células, que no deberían producir sangre, pero al estar alteradas lo hacen.
Para diagnosticar leucemia se debe realizar un estudio en la medula ósea. Sin embargo, en algunos casos, la presencia de estos elementos hace sospechar el padecimiento de esta patología. Por otra parte, estos coágulos no funcionan del mismo modo que los glóbulos blancos normales. Al mismo tiempo, los pacientes con leucemia mieloide aguda tienen una cantidad grande de estas células en la sangre.
Se puede mencionar que en la leucemia se producen cantidades enormes de blastos que se trasladan hacia las células sanas. Al pasar el tiempo, se reproducen aceleradamente, llegando incluso a ocupar mayor espacio que las células sanas. Esto ocasiona que la sangre no cumpla su función y genere sangrados, inflamaciones, infecciones y anemia.
A qué se debe su aparición
Se debe a una mutación genética de las células que están en desarrollo. Por esta razón, es que se reproducen de manera muy rápida y pueden llegar a ser más de once millones. Después que son descubiertas por los expertos, mediante un análisis de sangre, se les llama blastos leucémicos. Los cuales, de manera no deseada logran llegar a desplazarse hasta las células normales.
Estas células casi siempre sobreviven de una manera permanente en el torrente sanguíneo. Con la aparición de ellas, aumentarían los riesgos de desarrollar una leucemia. Después de esto, el médico inmediatamente ordena unos análisis de células en la sangre y en la medula ósea. Dichas muestras son las siguientes:
- Biopsia de médula ósea: esta muestra se toma de cualquier hueso del cuerpo, pero normalmente se extrae de la pelvis. No obstante, si se necesita solo una prueba, se tiene que tomar directamente del tórax.
- Aspiración de la médula ósea: es cuando un especialista abre la zona, hasta donde pudiese llegar el hueso y la médula ósea. Seguidamente, procede a inserta una aguja para tomar una muestra líquida de la sustancia.
Leucemia mieloide aguda
La médula produce células madres sanguíneas que se encuentran en los huesos. Dichos elementos pasan a convertirse en sustancias sanguíneas maduras. Por ello, en este proceso de maduración la mieloide o célula madre se transforma en esencial, entre estas, mencionamos:
Plaquetas
Representan un importante papel para la circulación de la sangre, relacionadas con la hemostasia.
Glóbulos blancos
Representan un escudo contra las enfermedades e infecciones, como por ejemplo.
- Granulocitos: son un tipo de glóbulos blancos proveniente de los mieloblastos, una célula productora de sangre de la médula ósea. Estos se forman como una mancha que es observada en un microscopio, y cuentan con sustancias útiles para eliminar gérmenes. Cada uno de sus tipos presentan ciertas diferencias relacionadas con el color o el tamaño.
- Los monocitos: surgen de los monoblastos que circulan por un 24 horas en la sangre, introduciéndose en los tejidos. Seguidamente, se convierten en macrófagos los cuales pueden eliminar algunos gérmenes. Al mismo tiempo, ayudan a los linfocitos en la generación de anticuerpos.
- Los linfocitos: encargados de formar el tejido linfático, son muy importantes para el sistema inmune desarrollándose en los linfoblastos. Este tejido se encuentra en los brazos, amígdalas, ganglios, glándulas adenoides. Así como también, en el sistema respiratorio, médula ósea y sistema digestivo. Estos pueden ser de dos tipos diferentes, como las conocidas Células T y Células B.
Glóbulos rojos
Se encargan de distribuir el oxígeno por todos los tejidos de cuerpo, además de otras sustancias. Es decir, que cuando la célula madre se convierte en una célula inmadura y poco común se le llama mieloide. Lo cual, no es más que células tumorales que están presentes en la leucemia y no son capaces de madurar para convertirse en glóbulos blancos sanos.
Los mencionados blastos se multiplican muy rápidamente y llenan la médula ósea de forma acelerada. De este modo, impiden que la médula produzca células sanguíneas adecuadas, causando así lo que se llama insuficiencia medular.
Clasificación de la leucemia mieloide aguda
Presenta varios tipos, de acuerdo al sistema Franco-anglo-estadounidense y la OMS. Se dividen en 8 tipos que vienen siendo de la M0 a la M7. Asimismo, se fundamentan por la particularidad de la célula y el grado de madurez observado, quedando de la siguiente forma:
• M0: una leucemia mieloide aguda diferenciada.
• M1: una leucemia mieloide aguda con baja maduración.
• M2: leucemia mieloide aguda con maduración.
• M3: abarca la leucemia promielocitica aguda.
• M4: está definida por la leucemia mielomonocítica aguda.
• M5: consiste en el tipo de leucemia monolítica aguda.
• M6: es una leucemia eritroide aguda.
• M7: se refiere de una leucemia megacarioblástica aguda.
¿Cómo se trata el padecimiento de blastos alterados?
Para tratar los pacientes con blastos alterados, lo ideal es la quimioterapia. Siendo este uno de los tratamientos principales. En algunos casos, se acompaña con una medicina de terapia dirigida. Posteriormente, se decidirá si están actos para un trasplante de médula ósea o simplemente se indican algunos medicamentos. Realizar una cirugía o radioterapia no debería ser la primera opción, debido a que, en situaciones comunes no es recomendado.
Lo que se considera de manera principal es asistir al médico y que sea él quien determine los pasos a seguir. Deberá analizar el cuadro clínico, tomando en consideración la edad del paciente y su estado de salud general. Así como también, verifica los efectos secundarios, el tipo de leucemia, y las probabilidades de éxito que tendrán.